martes, 5 de marzo de 2013

¡El Salvador Merece más!


El Salvador no es solo un nombre,  nuestra oración a la bandera nos describe perfectamente, es más que un territorio con fronteras, dentro de él existen millones de familias trabajadoras, niños con entusiasmo, jóvenes con esperanza de un futuro mejor y con las ganas de trabajar para mejorar, adultos que siguen esforzándose en sacar adelante esta tierra y ancianos que dieron todo lo que tuvieron para poder sostener nuestro hogar y que lo único que merecen es que se les retribuya de igual manera con salud y bienestar.
No es justo que los políticos usen el sagrado nombre de nuestro país para hacer proselitismo barato, “El Salvador” no merece ser parte de un slogan creado por una empresa de publicidad, “El Salvador” no debe ser el arma de políticos populistas para enamorar a los votos nacionalistas.
“El Salvador” debe ser mencionado en otras listas, no en las de mayor delincuencia o pobreza, debe ser mencionado en progreso,  inversión, producción, arte y deporte. Regresar a lo que en antaño fuimos y por qué no mejorar aún más. El Salvador merece ser respetado por lo que es, un país trabajador, que sonríe a la vida sin importar las dificultades que se antepongan.
Durante muchos años los salvadoreños inocentes se han dejado llevar por promesas vacías, buscando candidatos súper héroes en vez de salvadoreños trabajadores con capacidad como propuestas.
Nuestro presidente no debe ser un hombre perfecto, que prometa cosas inalcanzables, tampoco debe ser un populista que prometa llevarnos al mundial como que si El Salvador no tuviera prioridades, e incluso no debe ser un hombre con solo buenas intenciones, se necesita capacidad.
El tiempo ha pasado, El Salvador ha madurado, sí, a golpes, pero lo ha hecho, sus cicatrices del pasado no le permite confiar en cualquier persona, y su valor no merece más engaño.
Al leer el periódico nos damos cuenta que necesitamos más que un show en la Asamblea Legislativa, tampoco queremos un monólogo radial por semana, estamos cansados de escuchar insultos y acusaciones, lo ideal es un presidente propositivo que cumpla lo acordado, que respete el patrimonio salvadoreño y que no se burle descaradamente de la población; no queremos alcaldes que solo lleguen a sentarse en su silla y olvidarse de lo que una vez prometieron , se necesitan alcaldes que vean a su municipio como su propio hogar, y trabaje por mejorar.
Pero hay algo igual de importante: No necesitamos ciudadanos conformistas, que busquen cosas innecesarias, necesitamos ciudadanos que exijan lo que merecen, que no aplaudan a un circo de mentiras, que no ovacionen sin razón, que se esfuercen por buscar la verdad, que no voten solo porque un hombre lo pide, que ese día frente a la urna, reflexionen y piensen: ¿qué es lo que realmente necesitamos? Ciudadanos que no  permitan que políticos se burlen en su cara, ciudadanos que exijan propuestas y soluciones; Ciudadanos que estén cansados del populismo barato así como yo lo estoy, Como muchos lo estamos.
Eso necesitamos, que los partidos políticos cedan por un momento el lugar que El Salvador se merece, que permitan que El Salvador respire, piense y sea libre de tanto bombardeo publicitario ridículo.
Que el próximo gobierno no vele por intereses partidarios, que en sus ojos se refleje el azul y blanco que lo inspira cada día.
Que la sociedad civil tenga voz y voto en las próximas decisiones.
Todos sabemos cuál es el mejor camino, busquemos el camino de la democracia, apertura e institucionalidad. No desperdiciemos la oportunidad de mejorar las cosas.
 ¡Ya no nos importa quien tuvo la culpa, nos importa quien tenga la solución!

¡El Salvador merece más!

No hay comentarios:

Publicar un comentario