martes, 11 de junio de 2013

Mi El Salvador


¿Quién manda en El Salvador? Una pregunta que políticamente tiene respuesta: los tres órganos del Estado, entre ellos el Ejecutivo y dentro de éste el Presidente de la República, y esto nos revela algo más, son tres órganos que conforman un solo poder: La voluntad del pueblo.

¿Esto es realidad o pura teoría? Estos órganos son mandatarios y representativos, sin embargo los que los conforman piensan que son dueños. Hay una gran diferencia entre estos términos que muy fácil pudiéramos confundir.

Los diputados aprueban leyes, y tienen una gran influencia en el rumbo que nuestro país toma día a día, sin embargo, esto no los convierte en “dueños” de El Salvador.
Veamos una pregunta: ¿El Salvador tiene dueño? Por supuesto, y somos nosotros, los salvadoreños. Entonces, ¿por qué permitimos que tanta gente se burle de nosotros y tome a nuestro país como un juguete? Simplemente porque muchos salvadoreños no se dan cuenta del poder que tienen en sus manos.
Cuando el ser humano se apropia de algo, lo ama y cuida como si fuera demasiado valioso, también lo protege y no permite que nadie le haga daño. ¿Cuándo nos vamos a apropiar de nuestro país?

¿Cuándo vamos a amar a nuestro país y a cuidarlo como algo demasiado valioso? ¿Cuándo lo vamos a proteger?
¿Cuándo van a entender que es “Tu El Salvador”, “Mi El Salvador” y “Nuestro El Salvador”?

¡Es Nuestro! El lugar que nos vio nacer, el país que debemos de proteger con nuestra vida y no solo eso, con algo igual de importante, con nuestras ideas.
El país necesita que sus ciudadanos administren lo correspondiente para vivir en armonía, solo el hecho de tener una nacionalidad, nos brinda una cantidad de derechos más valiosos que cualquier cosa, tenemos libertad de expresión, tenemos derecho a la vida. Tenemos derechos gracias a ser hijos de nuestra Patria, si no lo tuviéramos estaríamos siendo constantemente atacados sin tener algo que nos pueda defender, sin tener garantías constitucionales.

¿Cuántas veces hemos valorado esto? Aún hay tiempo de cuidar a nuestro El Salvador, de defenderlo, respetarlo y amarlo.
Las elecciones que se acercan no son una broma, son decisivas y marcarán muchas cosas que puedan suceder en nuestra historia.

El día que visitemos las urnas, pensemos en nuestro futuro, y en el presente que vivimos, analicemos propuesta por propuesta, y demos nuestro voto de confianza a esa fórmula que represente nuestros intereses, y que esté dispuesta a trabajar por defender los derechos de las familias salvadoreñas. El voto es un arma de defensa. Hay que usarla.

Eres Salvadoreño, yo también.

Apropiémonos de nuestro El Salvador.



martes, 5 de marzo de 2013

¡El Salvador Merece más!


El Salvador no es solo un nombre,  nuestra oración a la bandera nos describe perfectamente, es más que un territorio con fronteras, dentro de él existen millones de familias trabajadoras, niños con entusiasmo, jóvenes con esperanza de un futuro mejor y con las ganas de trabajar para mejorar, adultos que siguen esforzándose en sacar adelante esta tierra y ancianos que dieron todo lo que tuvieron para poder sostener nuestro hogar y que lo único que merecen es que se les retribuya de igual manera con salud y bienestar.
No es justo que los políticos usen el sagrado nombre de nuestro país para hacer proselitismo barato, “El Salvador” no merece ser parte de un slogan creado por una empresa de publicidad, “El Salvador” no debe ser el arma de políticos populistas para enamorar a los votos nacionalistas.
“El Salvador” debe ser mencionado en otras listas, no en las de mayor delincuencia o pobreza, debe ser mencionado en progreso,  inversión, producción, arte y deporte. Regresar a lo que en antaño fuimos y por qué no mejorar aún más. El Salvador merece ser respetado por lo que es, un país trabajador, que sonríe a la vida sin importar las dificultades que se antepongan.
Durante muchos años los salvadoreños inocentes se han dejado llevar por promesas vacías, buscando candidatos súper héroes en vez de salvadoreños trabajadores con capacidad como propuestas.
Nuestro presidente no debe ser un hombre perfecto, que prometa cosas inalcanzables, tampoco debe ser un populista que prometa llevarnos al mundial como que si El Salvador no tuviera prioridades, e incluso no debe ser un hombre con solo buenas intenciones, se necesita capacidad.
El tiempo ha pasado, El Salvador ha madurado, sí, a golpes, pero lo ha hecho, sus cicatrices del pasado no le permite confiar en cualquier persona, y su valor no merece más engaño.
Al leer el periódico nos damos cuenta que necesitamos más que un show en la Asamblea Legislativa, tampoco queremos un monólogo radial por semana, estamos cansados de escuchar insultos y acusaciones, lo ideal es un presidente propositivo que cumpla lo acordado, que respete el patrimonio salvadoreño y que no se burle descaradamente de la población; no queremos alcaldes que solo lleguen a sentarse en su silla y olvidarse de lo que una vez prometieron , se necesitan alcaldes que vean a su municipio como su propio hogar, y trabaje por mejorar.
Pero hay algo igual de importante: No necesitamos ciudadanos conformistas, que busquen cosas innecesarias, necesitamos ciudadanos que exijan lo que merecen, que no aplaudan a un circo de mentiras, que no ovacionen sin razón, que se esfuercen por buscar la verdad, que no voten solo porque un hombre lo pide, que ese día frente a la urna, reflexionen y piensen: ¿qué es lo que realmente necesitamos? Ciudadanos que no  permitan que políticos se burlen en su cara, ciudadanos que exijan propuestas y soluciones; Ciudadanos que estén cansados del populismo barato así como yo lo estoy, Como muchos lo estamos.
Eso necesitamos, que los partidos políticos cedan por un momento el lugar que El Salvador se merece, que permitan que El Salvador respire, piense y sea libre de tanto bombardeo publicitario ridículo.
Que el próximo gobierno no vele por intereses partidarios, que en sus ojos se refleje el azul y blanco que lo inspira cada día.
Que la sociedad civil tenga voz y voto en las próximas decisiones.
Todos sabemos cuál es el mejor camino, busquemos el camino de la democracia, apertura e institucionalidad. No desperdiciemos la oportunidad de mejorar las cosas.
 ¡Ya no nos importa quien tuvo la culpa, nos importa quien tenga la solución!

¡El Salvador merece más!

domingo, 24 de febrero de 2013

Presidente Funes: ¡No Desmienta!


 Cada sábado tenemos la oportunidad de escuchar el programa radial “Conversando con el presidente” un espacio donde se supone el presidente de la República se acercará a la población; pero más que eso él hace uso para atacar a ex funcionarios y miembros del partido de oposición, así como instituciones independientes que asegura son de ARENA por el simple hecho que no coinciden con él, pero esto no me sorprende, el ha hecho lo mismo durante toda su trayectoria como periodista y al parecer lo continúa haciendo. 

Pero el último programa, nos dejó sorprendidos a muchos, ya que el primer mandatario dedicó más de media hora en desmentir los resultados que presentó recientemente Fusades, donde se muestra que en nuestro país la pobreza por persona aumentó de un 38.1 % a 47.5 %, o sea existen 650 mil nuevos pobres. 

Sorprende la ironía con la que el presidente Funes asegura que Fusades miente deliberadamente, no obstante los datos que Fusades presentó fueron tomados de Digestyc, es decir una institución estatal, dichas cifras no son falsas, están respaldadas y se perciben diariamente. 

Dejemos de hablar de las “mentiras” de Fusades, esto ya lo hizo el presidente sin éxito alguno, mejor hablemos un poco de las mentiras de Funes: 

Recordemos algunas palabras que él mencionaba anteriormente, en muchos de sus discursos proclamaba que en su gobierno existiría la generación de empleos, aseguró que apoyaría a las pymes, y que crearía el programa “primer empleo”,  así como otorgaría 200,000 créditos para emprendedores, 100,000 empleos directos en tan solo 18 meses. 

Recordemos también su promesa de la creación de 25,000 viviendas, de las cuales en el 2014 no habrá concluido ni siquiera 4,000. 

También le gustaba hablar de seguridad, prometiendo un “Programa de paz social” que protegería a las familias de la inseguridad y a los mayores de edad del abandono, prometió modernizar y aumentar los efectivos de la PNC, así como instalar cámaras de seguridad en todas las calles. 

Respecto al costo de la vida, prometió reducirlo con la creación de un seguro agrícola, así como asistencia técnica para campesinos, con el fin de reducir el costo de la canasta básica, la cual en vez de disminuir ha aumentado. 

Una de las que más me llama la atención fue su promesa de la transparencia, donde dijo que en su gobierno no existirían los privilegios, abusos del poder, la ética de favores que sería sustituida por ética de competencia, aseguró que su gobierno iba a ser el más transparente de todos. 

¿Cuántas de estas afirmaciones son mentira? ¿Cuántas realmente brindaron resultados positivos en nuestro país? ¿Realmente ha existido un cambio para bien en El Salvador? ¿Existe más empleo, transparencia, y viviendas? Las cifras hablan. 

Señor Funes: Prometer y no cumplir, también es mentir, los datos que muestra Fusades provienen de su mismo gobierno, en esa lógica que usted utiliza: ¿Digestyc, UCA, su propio gobierno, entre otros también serían mentirosos y un brazo de ARENA?

No es necesario mentir, la realidad la vivimos a diario.

sábado, 23 de febrero de 2013

Démosle una oportunidad a la sociedad civil. (Una oportunidad para gobernar.)

En menos de un año, los salvadoreños estaremos ejerciendo nuestro derecho al sufragio con motivo de elecciones presidenciales, donde no tenemos que valorar únicamente la propuesta de candidato a presidente de la República, ya que es muy importante tomar en cuenta la vicepresidencia, aprovechando que tenemos la oportunidad de conocer a los candidatos; e idealmente nos tendría que importar la propuesta de gabinete, sin embargo, dudo mucho que los candidatos lo muestren, no obstante repito: Sería lo ideal. 

Los que critican la candidatura de Norman Quijano por ser alcalde actualmente, definitivamente no se pueden inclinar por Sánchez Cerén que es el actual vicepresidente de la República (cargo al cual no puede renunciar) y Óscar Ortíz quien es alcalde de Santa Tecla; si lo hicieran sería contradictorio e ilógico. 

Enfocándonos en la vicepresidencia, por el momento contamos con dos opciones, éstos son: Óscar Ortíz y el recientemente anunciado René Portillo Cuadra; siendo uno alcalde y el otro parte de la sociedad civil. 

Sin embargo, la propuesta arenera me llama la atención por diversas razones, una de ellas es que definitivamente han creado un balance sano, mostrando a un candidato a la presidencia querido por las bases del partido, quien también ha ganado el respeto de los ciudadanos quienes hemos visto su trabajo, mientras que aquellos que aún no confían en los areneros ya conocidos, pueden depositar su voto de confianza en ese hombre perteneciente a la sociedad civil, alguien con un curriculum que demuestra una irrefutable capacidad. 

En este escenario no hay excusa, no le pueden decir que no a ARENA porque “están cansados de lo mismo”, y si lo dicen, sería ilógico que votaran por Tony Saca o Sánchez Cerén, por el contrario René Portillo Cuadra, no es lo mismo.

La existencia de una sociedad civil diferenciada de la sociedad política es un prerrequisito para la democracia. Sin ella, no hay Estado legítimo, Muchas veces hemos dicho que estamos cansados de los partidos políticos, entonces, es momento de darle la oportunidad a la sociedad civil de gobernar, siendo éste un apoyo para un líder que como alcalde y diputado no nos ha fallado. 


Si analizamos un poco más, y abrimos los ojos ante el populismo con el que a diario intentan engañar a las familias salvadoreñas, nos daremos cuenta que la mejor decisión es la que previamente he mencionado.


Que no nos gobierne intereses partidarios es lo que hemos reclamado desde hace mucho tiempo, por lo tanto, aprovechemos la ocasión que se nos brinda y Démosle una oportunidad a la sociedad civil. 

Finalizo extendiendo mis felicitaciones al Dr. René Portillo Cuadra por su candidatura a la vicepresidencia y al partido ARENA por su apertura a una nueva visión. Es de valientes caminar diferente.

domingo, 17 de febrero de 2013

Mi juego: Lo hago y después lo veto. (Reformas a LAIP)


Existen dos expresiones muy utilizadas en la política de nuestro país: “Doble Discurso” y “Doble Moral”, al parecer no solo son expresiones, nuestros mandatarios las aplican constantemente.
Recientemente se aprobaron las reformas a la LAIP (Ley de acceso a la información pública), donde prácticamente escudaban, blindaban o protegían al presidente y su equipo de tener que rendir cuentas, generando un clima perfecto para la corrupción.

La sociedad civil se manifestó, así como diputados de oposición, exigiendo que se vetaran dichas reformas, acción que le correspondía al Presidente de la República, de repente, aparecieron líderes de izquierda apoyando el “veto” así como el candidato Salvador Sánchez Cerén, y milagrosamente el máximo mandatario Mauricio Funes la vetó, y El Salvador aplaudió.

Pero, ¿Y si vemos un poco más allá? ¿y si analizamos paso a paso? Nos damos cuenta de muchas cosas…
¿Será que todo este show de la LAIP fue una estrategia de último momento para dejar como Salvador de la nación a Sánchez Cerén;  y los diputados del FMLN se ofrecieron en sacrificio para la causa?

Ellos quisieron mostrar un escenario donde la  recomendación de parte del vicepresidente hacia Mauricio Funes (via twitter)  fue como una orden para que salvara al país, y así quedarse con el mérito, cuando el verdadero mérito lo tiene la presión de la sociedad civil y diputados de oposición que se manifestaron.
El Salvador piensa, analiza y reflexiona, esos juegos políticos ya no nos engañan. Ni a Salvador Sánchez Cerén se le cree que estuviera en contra de las reformas a LAIP, ni a otros líderes políticos pintados de rojo naranja que en facebook escribieron lo mismo, y mucho menos al señor Funes le creo que su veto tenga buena intención.

La verdad: La sociedad civil les botó su malévolo plan de  esconder la información pública, entonces se quisieron aprovechar de la situación con un plan b, que sería exaltar a su presidente y candidato al vetarla, pero la mala noticia para ellos es: que no les funcionó, les descubrimos sus intenciones desde antes de ejecutarlas, ya no se desgasten con juegos mal hechos, no se les olvide… El Salvador sí piensa.